El sol de la tarde iluminaba su rostro. Ella estaba apoyada en la ventana, el cabello mecido por el aire, los ojos perdidos en el horizonte. A ratos observaba el parque, con sus niños jugando, felices, sin preocupaciones, y los envidiaba. Ella hacía tiempo que había olvidado lo que era la paz, la tranquilidad. Su mundo estaba lleno de obligaciones, abarrotado de tareas, y había sepultado la alegría de la vida bajo el peso de las responsabilidades. No recordaba la última vez que había disfrutado de algo que ella hubiera escogido, no recordaba la última vez que había dejado que los minutos resbalaran entre sus dedos para, simplemente, ser, vivir, respirar. No recordaba la última vez que se había tumbado en el jardín para ver pasar las nubes. No lo recordaba. Su mundo había eliminado todo eso.
Ahora observaba los niños, y realmente los envidiaba. Ella quería huir, quería que las cosas cambiaran. Pero su mundo la tenía cautíva. No podía irse, lo sabía en su interior. Era consciente de que tenía que cumplir con sus obligaciones, tenía que hacerlo... su futuro.... era su futuro lo que la retenía. No podía huir, debía forjar su futuro. Aunque eso le destruyera el alma y la convertiera en algo sin sentimientos, sin emociones. Parecía un precio demasiado alto. Oh, como ansiaba volver a ser una niña...
Con un suspiro, se alejó de la ventana. Tenía cosas que hacer.
jueves, 16 de octubre de 2008
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2 comentarios:
Oi que aquest relat és real y la protagonista ets tu?
M'encanta aquest altre blog que tens. És fantàstic i increïble.
Simplement, m'encanta.
=) En realitat no sóc jo, però era una manera de plasmar els meus sentiments. Jo no tinc cap parc davant de casa =P
M'alegro de que t'agradi =)
^^
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