Todo cuanto hacemos está marcado por nuestros sueños. Pero son sueños frágiles, lejanos. Sueños de cartón.
Nos esforzamos cada día, nos levantamos, aceptamos lo que nos cae encima, tragamos saliva ante lo que nos afecta, pero callamos, callamos para no romper las ilusiones, y seguimos en pié, aguantando. Vivimos lo bueno, vivimos lo malo.
Por un sueño de cartón.
La gente pregunta porqué actuamos así, y nos admiran, y nos critican, nos piden explicaciones por nuestras acciones... No nos entienden. Sus sueños son claros, su vida es distinta. Diría que más fácil, pero no sería justo.
Y nosotros callamos. Callamos porque hay palabras que no puedes pronunciar, pese a quererlo. Callamos y dejamos que la gente piense lo que quiera. Ellos no lo entienden. No saben nada de nuestros sueños.
Y aún así, nuestro corazón se encoge de tristeza y soledad cada vez que alguien nos mira sin comprendernos.
Y al fin el único consuelo para nuestras dos almas somos el uno para el otro. Mi pequeño dragón. Solamente nuestras dos entidades, apoyandonos mutuamente, esforzandonos tantísimo por el simple echo de vivir. Y todo... todo por un sueño de cartón.
Por un sueño de cartón...
domingo, 31 de agosto de 2008
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3 comentarios:
genial!!
implemente genial!
cuidte
esta precioso..
muy bueno
cuidate
un beso
Me encanta =D
Quiero seguir tu blog, pero no se como =S
Besos y gracias por escribir cosas tan bellas. ^^
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