Llegas al fin. Te presiento. Me llega tu fragáncia, y mi mente evoca viejos bosques. Has acudido, al fin, a nuestra cita. Mi amor, te echado tánto de menos...! Pero ahora ya estás conmigo, a mi lado. Me sigues allá donde vaya, me abrazas y haces que no me sienta sola. Sabes que te amo. Lo he susurrado al viento cada noche, con la certeza de que él te traerá mis palabras. Eres el único que sabe entender mi corazón. Escuchas mi dolor, mi soledad, mi alegria, mi vida. Y me abrazas, susurrandome ininteligibles palabras de consuelo, que me hacen sentir mejor. Mi amado invierno. Se que la primavera, celosa de nuestro amor, te arrancará de mis brazos, cómo siempre. Pero ahora el tiempo es nuestro. Ahora estamos juntos, y nada importa más. Quizá mañana ya no estés. Quizá mañana tu tierno frio se muera en mis manos, y las flores vuelvan a nacer. Yo no podré evitarlo, pero mi corazón morirá con cada flor que nazca. Te esperaré. Te esperaré hasta que vuelvas a abrazarme. Te esperaré cada noche, como te he esperado ahora, como te he esperado una infinidad de veces. Mi amor. Ahora que estás conmigo me siento completa, libre, en paz. El viento, eterno amigo de ambos, me susurra tus palabras calladas y me hace sentir viva. Me rodea el desaliento de las criaturas del fuego, que se marchitan a nuestro alrederor. Pero tu y yo vivimos intensamente. Vivimos por todos los que mueren. Vivimos en cada copo de nieve, en cada lago congelado, en cada brisa helada. Vivimos, porque tu y yo somos uno. Es invierno en mi corazón, y eres invierno fuera de él. Me siento en paz, pues todo es como debería ser. Miro la luna llena que me ilumina en esta fria noche, y le sonrio. Le sonrio porque ella sabe leer en mi rostro, y lee mi alivio al tenerte cerca, lee mi amor, a medias correspondido. Se que no serás nunca mio, pero nunca te lo he pedido. Me conformo en tenerte a mi lado, en que me abrazes, en que me susurres. Tus diáfanas noches me consuelan, y hacen que me sienta como tan solo puedo sentirme a tu lado. Nuestro amor es libre. Es un amor sin compromisos, que da sin esperar nada a cambio. Tu no me pides nada por mi amor, y yo tan solo te pido que vuelvas cada vez que te vas. Los dos sabemos que tu amas a todo aquel que te sueña, y los dos sabemos que yo amo a otro en tu ausencia. ¿Qué más da? Nuestro amor es libre.
Y estamos juntos.
1 comentario:
es complicado hablar del amor, quizá lo más complicado. tú lo has hecho muy bien, felicidades
Publicar un comentario