viernes, 26 de junio de 2009

Esconderse


Sonrió y recompuso la expresión de su rostro. Fingió normalidad. Ignoró la voz de su cabeza que no paraba de recordarle las malas cosas, e hizo un esfuerzo por disfrutar del momento, por pasarlo bien con sus amigos. Mandó todo aquello que le preocupaba al fondo de su cerebro, e intentó ignorarlo y esconderlo a la vista de los demás. Intentó aparentar que todo iba bien, que estaba todo bajo control.

Funcionó de maravilla. Nadie advirtió el profundo vacío de sus ojos, ni la oscura sombra que cubría su rostro cada vez que creía que nadie la miraba.


Pero ahora estaba sola, y ya nada podía acallar las voces. No podía esconderse de sí misma.